Esta semana hemos realizado el taller de Prevención de de dolor de cuello para los pacientes de Raquel Galindo Fisioterapia. Con motivo de este taller vamos a exponer la información que explicamos en la charla y los ejercicios de prevención de dolor de cuello para todos nuestros pacientes que no han podido acudir. Como la información es extensa vamos a dividirla en varios bloques de entradas.
¿Cómo de frecuente es el dolor de cuello?
Tener dolor a nivel de las cervicales es una de las dolencias más frecuentes junto con el dolor lumbar o las cefaleas. Según los estudios, de cada diez personas 7 han tenido dolor de cuello, de los cuales en 2 personas se mantiene en el tiempo. Este dato quiere decir que prácticamente todos tendremos en algún momento dolor de cuello de forma más o menos mantenida.
¿Qué estructuras están involucradas?
Para entender el dolor de cuello tenemos que conocer un poquito más de cerca la anatomía de la región cervical. En la columna cervical tenemos 7 vértebras que, a nivel superior sostienen el peso de la cabeza y, a nivel inferior, articulan con la columna dorsal. Si pensáramos en la biomecánica de la región cervical podríamos diferenciar dos partes:
- La columna cervical superior: mucho más relacionada con los procesos que ocurren a nivel de cabeza, dolor orofacial y ATM.
- La columna cervical media e inferior: cuya función podríamos decir que está más relacionada con la biomecánica de los brazos y la zona dorsal.
Todas las vértebras están unidas entre sí por medio de articulaciones llamadas articulaciones facetarias. Estas articulaciones permiten que podamos girar el cuello e inclinarlo hacia los lados. Por otro lado, entre cada vértebra encontramos el disco intervertebral. Estos dos elementos están sujetos a cambios degenerativo que son propios de la edad y de la biomecánica de la región cervical. Es por ello que estos cambios suelen ocurrir de forma asintomática o dando síntomas por un breve espacio de tiempo en la mayoría de casos.
La afectación que más preocupa a los pacientes son las hernias o las protrusiones. El miedo surge en parte por los modelos anatómicos que existen en los cuales una hernia es como un balón plano apunto de estallar. Según los estudios estos modelos no son ciertos. La realidad se ajusta más a la liberación local de sustancias químicas del propio organismo que generan dolor e inflamación local.
Por otro lado, hemos de hablar también de la musculatura de la zona cervical. En este sentido podemos diferenciar dos tipos de músculos: la musculatura superficial y la profunda. La función de los primeros es movilizar la cabeza. Sin embargo, la función de la musculatura profunda es estabilizar la cabeza y permitir que los movimientos se lleven a cabo con cierto grado de control.
La musculatura cervical no suele verse sometida a grandes cargas como puede pasar por ejemplo con las articulaciones de las piernas. Sin embargo puede afectarse debido a mantener en exceso algunas posiciones que conlleven la sobrecarga de unos músculos y la pérdida de tono muscular de otros. Si quieres saber más sobre este tipo de afectación te recomendamos leer esta entrada: inestabilidad cervical funcional
Todos los elementos de los que hemos hablado están bajo el control del Sistema Nervioso. Es decir, los nervios que conducen la información e informan al cerebro de todo lo que ocurre a nivel del cuello.
Por tanto, la columna cervical es un engranaje entre las articulaciones, los discos interverterbales y la musculatura. Todos bajo el control del sistema nervioso que tiene una importante función reguladora tanto al alza como a la baja. En la siguiente entrada continuaremos con la información del taller de Prevención de dolor de cuello hablando sobre los mitos del dolor cervical.
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