La Lengua, el órgano de la sensibilidad

Hoy queremos hablaros de un órgano de gran relevancia para todos, La lengua. En dolor orofacial cobra gran relevancia dada su relación con las estructuras temporomandibulares. Además puede verse afectado por patologías realmente complejas como puede ser el síndrome de boca ardiente.

Peculiaridades de la lengua

La lengua aparece en el desarrollo embrionario a las 4 semanas aproximadamente. Inicialmente aparece a modo de protuberancias laterales que, durante el crecimiento embrionario se van centralizando hasta llegar a fusionarse en la línea media. Esto ocurre aproximadamente al 5º mes. Es de imaginar que un proceso tan largo sin duda conlleva un complejo trabajo para el sistema nervioso del embrión.

Este complejo órgano tiene aproximadamente unas 4.000 papilas gustativas. Estas células se reproducen, por suerte, durante toda la vida. Este conjunto de papilas gustativas dan lugar a los 5 sabores básicos presentes en el ser humano: salado, ácido, dulce, amargo y sabroso (umami). Este último gusto es el más complejo y motivo de estudio actualmente por su relevancia a nivel gastronómico.

Este complejo órgano tiene aproximadamente unas 4.000 papilas gustativas. Estas células se reproducen durante toda la vida.

¿cómo se organiza la sensibilidad en la lengua?

Para entender mejor su complejidad hemos de diferenciar porciones, una anterior denominada cuerpo de la lengua, una posterior o raíz lingual. Vamos a hablar de estas dos porciones.

El cuerpo de la lengua corresponde a los dos tercios anteriores de esta. En esta porción tenemos dos tipos de sensibilidad.

• Por un lado encontramos el gusto, información que recoge un nervio craneal denominado “VII par craneal o nervio Facial”. Si conocéis a alguien que haya sufrido una parálisis facial sabréis que no de los factores que se afectan es el gusto y. La razón de ello es que dicho nervio, además de encargarse de los gestos faciales, se encarga del gusto en el cuerpo de la lengua.
• Por otro lado, la lengua también nos informa de que la sopa está muy caliente o de que nos hemos hecho una herida al mordernos. Esta información relacionada con tacto, temperatura y nocicepción (información de daño real o potencial), la recoge el nervio trigémino. Como recordareis de entradas anteriores, el nervio trigémino inerva la musculatura masticatoria y gran parte de la cara y cabeza. Este hecho es la razón por la cual la lengua puede verse afecta en cuadros de dolor orofacial.

En la raíz linguae se vuelve más fácil la inervación. Tanto el gusto como la sensibilidad relacionada con temperatura, dolor y tacto pertenecen al nervio glosofaringeo.

¿Cuál es su relación con procesos de dolor orofacial?

Es obvio que la lengua está en relación directa con el resto de estructuras orofaciales debido a su ubicación. Además, como hemos visto en esta entrada, está inervada por diferentes nervios, uno de ellos el nervio trigémino. Está demostrado que, en procesos de dolor persistente, el campo de dolor cada vez se hace más amplio abarcando a estructuras inervadas por el mismo nervio. Por ello, es frecuente que en procesos de dolor orofacial complejos los pacientes refieran dolor a zonas intrabucales como piezas dentales o la lengua.

Es frecuente que en procesos de dolor orofacial complejos los pacientes refieran dolor a zonas intrabucales como piezas dentales o la lengua.

Desde Raquel Galindo Fisioterapia, especialistas en dolor orofacial en Valencia esperamos que esta entrada os haya servido para entender un poco más cómo funciona este complejo órgano.