Continuamos nuestra serie de entradas respecto a la cervicalgia ya que, como Fisioterapeutas en Valencia, sabemos que no todos los dolores cervicales son iguales y queremos que conozcais otro de los subgrupos habituales de cervicalgia, la inestabilidad funcional.
¿Cuáles son los síntomas habituales de la inestabilidad funcional?
El síntoma más frecuente es notar un dolor continuo y difuso en la zona del cuello que suele agravarse tras mantener posturas mantenidas durante un tiempo prolongado, como por ejemplo, al utilizar el ordenador en el trabajo.
A diferencia de lo que ocurría en la hipomovilidad cervical, no es habitual tener la sensación de falta de movilidad en el cuello. Sin embargo, si es posible que aparezca un dolor de carácter agudo y breve en algunos movimientos.
Otra de sus características es que el dolor suele aliviarse en posiciones en las que se disminuye la carga sobre la columna cervical, como al acostarse.
En cuanto al inicio del cuadro clínico, los síntomas suelen empezar tras haber sufrido un traumatismo en la columna, como en un latigazo cervical tras un accidente de tráfico.
¿Qué es y por qué ocurre?
Antes que nada es necesario comentar que en la inestabilidad funcional los elementos pasivos (ligamentos y articulaciones) y activos (musculatura cervical) de la región cervical no están anatómicamente dañados. De esta forma, una persona con una fractura a nivel de las vértebras cervicales o una rotura de los ligamentos cervicales tendría una inestabilidad anatómica debido a esa lesión de las estructuras cervicales.
En el caso de la inestabilidad funcional no hay una lesión anatómica sino un fallo durante la estabilización de la región cervical durante los movimientos. Vamos a explicar este punto un poco más detalladamente. Cuando movemos nuestro cuello, los ligamentos y músculos de la región cervical han de coordinarse para que el movimiento sea armónico y estable. En pacientes con inestabilidad funcional la musculatura cervical no está “trabajando” de forma adecuada, entiendo por trabajar a la activación del músculo en el momento correcto del rango de movimiento. Lo que viene a ocurrir es que la musculatura cervical profunda, encargada de estabilizar la cabeza y el cuello durante el movimiento, tiende a fallar y a “trabajar” poco. Sin embargo, músculos más potentes como el trapecio superior, tratan de suplir este fallo y se activan en exceso para realizar así el movimiento sin que nosotros seamos conscientes del fallo laboral que está sucediendo a nivel de nuestra columna cervical.
Sin embargo, si esta situación no se solventa, los músculos como el trapecio comienzan a fallar ya que no son capaces de estabilizar nuestro cuello y puede empezar a aparecer sintomatología y alteraciones en el movimiento. Además, esta situación va produciendo una sobrecarga de los elementos pasivos (los ligamentos y las articulaciones).
En cuanto a nuestra musculatura cervical profunda, la causa de que poco a poco dejen de funcionar adecuadamente es compleja pero lo más habitual es que se debe a una falta de activación debido al desuso, por ejemplo al adoptar patrones de movimiento que no permiten su correcta contracción como las posturas adelantadas de cabeza. Otro ejemplo muy común de la falta de activación de la musculatura cervical profunda es el uso excesivo de collarines que, pese a que a corto plazo tras un latigazo cervical pueden ser de gran utilidad, su uso excesivo conlleva la atrofia de estos músculos. Un caso muy llamativo es el de las mujeres Padaung de Tailandia, también conocidas como “mujeres Jirafa”.
¿Qué podemos hacer desde la Fisioterapia?
Los objetivos del tratamiento fisioterápico son dos: tratar los signos y síntomas que el paciente tenga a causa de esta inestabilidad y potenciar la musculatura cervical profunda.
En nuestro primer objetivo, aplicaremos técncias de terapia manual y ejercicios para reducir la hipertonía (exceso de tono muscular necesario) de músculos como el trapecio superior o el elevador de la escápula. Además, trataremos de recuperar el rango de movimiento libre de dolor mediante movilizaciones y ejercicios activos cervicales. Con esto podríamos conseguir una mejora significativa de la sintomatología pero pronto volvería a empezar el cuadro clínico, por lo que para nuestro segundo objetivo es necesario trabajar la activación de la musculatura cervical profunda con ejercicios activos específicos.
Como Fisioterapeutas en Valencia, en Raquel Galindo Fisioterapia trabajamos para que nuestros pacientes entiendan qué está ocurriendo a nivel de su cuello y que conozcan la importancia de los ejercicios terapéuticos con los que van a lograr la mejoría clínica y funcional.
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