Drenaje linfático manual: qué es y cómo funciona
La semana pasada os explicamos qué es y cómo funciona el sistema linfático. Hoy vamos a hablaros del drenaje linfático manual, un tratamiento de fisioterapia muy efectivo en edemas linfáticos.
Edemas de origen linfático, ¿qué son?
Los edemas se que originan debido a un fallo en el sistema linfático se denominan linfedemas. En ocasiones se producen como consecuencia de alteraciones congénitas en los vasos linfáticos. Sin embargo, estos linfedemas suelen ser secundarios a procesos que provocan una alteración en la circulación linfática debido al daño o la inflamación de los vasos linfáticos. Las principales causas de linfedema son:
- Traumatismos: grandes traumatismos y heridas pueden alterar la función linfática. De hecho, el drenaje linfático manual es parte del tratamiento en la fase aguda de muchos traumatismos.
- Infecciones: procesos inflamatorios pueden producir la inflamación de los vasos y ganglios linfáticos y alterar su función.
- Procesos tumorales: El crecimiento de un proceso tumoral puede dificultar la circulación linfática ocasionando así linfedemas.
- Tratamientos médicos: el principal tratamiento que altera la circulación linfática es el de ciertos tipos de cáncer.
el drenaje linfático manual es parte del tratamiento en la fase aguda de muchos traumatismos.
¿Qué es el drenaje linfático manual?
El drenaje linfático manual consiste en una serie de maniobras manuales de baja intensidad que pretenden mejorar la función del sistema linfático. Con este tratamiento se busca aumentar la capacidad de transporte y drenaje del sistema linfático para resolver o mejorar el estado del linfedema.
El drenaje linfático manual puede combinarse con otros tratamientos para mejorar el resultado obtenido. Por un lado, el ejercicio terapéutico se utiliza para favorecer el drenaje ya que al activar los grupos musculares de la extremidad se estimula la actividad del sistema linfático de esa zona. Sin embargo, se recomienda evitar la actividad física intensa porque esto provoca un aumento de los requerimientos musculares y la generación de más carga linfática. También se pueden pautar ejercicios posturales para favorecer el drenaje por la acción de la gravedad. Además, hay ocasiones en las que se aplican tratamientos compresivos con vendajes especiales. Por último, es muy importante mantener un adecuado cuidado de la piel, manteniéndola hidratada y evitando los traumatismos en la zona afectada.
Con este tratamiento se busca aumentar la capacidad de transporte y drenaje del sistema linfático para resolver o mejorar el estado del linfedema.
Con esta entrada acabamos la serie de post sobre el sistema circulatorio y el papel de la fisioterapia. Como os hemos explicado, la fisioterapia ayuda a mejorar la función del sistema linfático mediante técnicas de terapia manual de drenaje, ejercicios circulatorios y posturales.
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