El Dolor Orofacial hace referencia al dolor que se percibe en la cara, la cabeza o el cuello. Es decir, dentro de este término tan amplio encontramos cuadros como la Disfunción Temporomandibular, el dolor de origen dental o las cefaleas.
El dolor de cabeza, conocido como “cefalea”, es un reto diagnóstico y terapéutico dada su elevada incidencia y el gran impacto que tiene en la calidad de vida de los pacientes. La distribución del dolor así como el resto de signos y síntomas de los que se puede acompañar va a variar en función del tipo de dolor de cabeza. Además, su diagnóstico y clasificación es clave para adaptar el tratamiento a cada paciente y a sus necesidades.
La actual Clasificación Internacional de las Cefaleas (ICHD-III) realiza una diferenciación en tres categorías:
El diagnóstico diferencial es un apartado imprescindible en el proceso terapéutico, tanto en cefaleas de nueva aparición como en aquellas que se mantienen en el tiempo, siendo necesario considerar si existen otros diagnósticos que puedan explicar mejor dicho dolor de cabeza.
Se consideran “primarias” cuando no hay relación con otra disfunción o enfermedad que pueda causar el dolor de cabeza. Es decir, la cefalea es la patología en sí y no consecuencia de otra alteración. Dentro de esta categoría encontramos cuadros muy conocidos como son las Migrañas o Cefaleas Tipo-Tensional. Además, también existen otras menos conocidas pero también frecuentes en la población como son las cefaleas asociadas al ejercicio o a la tos.
Este apartado hace referencia a aquellos casos en los que la cefalea se atribuye a una lesión o disfunción que es causante del dolor. Existen múltiples causas reconocidas, siendo las principales:
- Lesiones a nivel de cabeza y cuello
- Alteraciones intra-craneales vasculares o no vascuales (como tumoraciones)
- Disfunción cervical y/o orofacial (como la Disfunción Temporomandibular)
En este apartado se incluyen principalmente aquellas neuropatías y neuralgias asociadas a nervios cráneo-cervicales. La Lesión o enfermedad en el sistema somatosensorial se puede deber a diferentes causas, siendo una de las más frecuentes la neuralgia secundaria a herpes zoster. También podemos encontrar otros cuadros como el Síndrome de la Boca Ardiente (SBA) o el Dolor Facial Persistente Idiopático (DFPI).
Por tanto, el primer paso del proceso terapéutico de las cefaleas comienza con su adecuado diagnóstico y clasificación. Dentro de las herramientas terapéuticas, se incluyen tratamientos farmacológicos y no farmacológicos. Entre estos últimos, la fisioterapia desde la terapia manual y el ejercicio permite mejorar la sintomatología y el movimiento en cefaleas susceptibles de dicho tratamiento.
- Sukenaga N, Matsuki Y, Maeda L, et al. Neuropathic Characteristics In Patients With Persistent Idiopathic Facial Pain. J Pain Res. 2019;12:2801-2805. Published 2019 Sep 27. doi:10.2147/JPR.S218332
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