En la entrada de hoy vamos a hablar sobre la bursitis de codo o bursitis olecraniana. Esta patología afecta a personas de todas las edades pero, debido a los mecanismos que la producen y de los cuales hablaremos en esta entrada, se ha ganado el nombre coloquial de “codo de estudiante”. Esta patología que requiere de una valoración fisioterápica detallada par

Aquí podemos ver el olécranon. Justo entre este y la piel del codo se encuentra la bursa.

a su diagnóstico y tratamiento.

¿Qué es la bursitis de codo?

En anteriores entradas ya hablamos sobre una patología similar, la bursitis de cadera. Las bursas son unas bolsas rellenas de líquido situadas en diversas partes de nuestro cuerpo y que nos ayudan a disminuir la fricción entre diversas estructuras. Suelen estar situadas en zonas que soportan una carga mecánica constante, como las articulaciones. Cuando estas bursas se irritan, se produce un proceso inflamatorio que aumenta la cantidad de líquido en su interior y aparece la sintomatología.

La bursa del codo o bursa olecraniana está situada entre el olécranon (la parte superior del cúbito, uno de los huesos del codo) y la piel que lo rodea. Es más o menos plana y su irritación recibe el nombre de bursitis de codo.

Las bursas son unas bolsas rellenas de líquido situadas en diversas partes de nuestro cuerpo y que nos ayudan a disminuir la fricción entre diversas estructuras. Suelen estar situadas en zonas que soportan una carga mecánica constante, como las articulaciones.

¿Por qué ocurre la bursitis de codo?

Puede ocurrir por diversas razones:

• Traumatismo directo en la región del codo
• Apoyar continuamente los codos sobre una superficie, realizando una presión directa en la bursa. Este mecanismos es muy común por ejemplo en estudiantes, que llegadas estas fechas de exámenes y recuperaciones aumentan el riesgo de tener burisits de codo. 
• Sobreuso del codo, por ejemplo tras haber estado levantando pesos a los que no estamos acostumbrados, como levantar maletas al realizar un viaje.

Será muy importante también en un primer momento descartar una posible bursitis infecciosa. Esta suele tener lugar cuando se produce una lesión como una picadura de insecto o herida punzante en la piel cercana a la bursa. Dicha lesión puede permitir la entrada de bacterias que infectan la bursa provocando síntomas similares a la bursitis. Otras causas a descartar serán enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide, patología  que puede provocar síntomas similares.

¿Cuáles son los síntomas comunes?

Los síntomas más comunes son:

• Dolor localizado en la parte posterior del codo. El dolor aumenta con la palpación de la zona
• Hinchazón en la parte posterior del codo tal y como vemos en la imagen principal del post. Pueden verse otros síntomas comunes de la inflamación, como enrojecimiento y aumento de temperatura en la región de la bursa
• Limitación en la movilidad del codo, especialmente en la flexión.

En el caso de que estos signos y síntomas se acompañen de síntomas generales como fiebre, será necesario indagar más para descartar una bursitis infecciosa.

¿Cómo se trata la bursitis de codo?

En el caso de las bursitis infecciosas, el tratamiento será médico mediante aspirado de líquido (que además ayudará a confirmar el diagnóstico) y antibióticos.

En el caso de las bursitis inflamatorias, el tratamiento conservador consigue buenos resultados. Desde la fisioterapia se utilizarán técnicas de terapia manual con el objetivo de disminuir la inflamación y el dolor. Se aplicarán técnicas como la movilización articular y técnicas miofasciales de estructuras cercanas. Además se podrán aplicar vendajes de descarga de la zona. A corto plazo es posible que sea necesario realizar cambios en las actividades del paciente para disminuir la irritación en la zona.

Desde la medicina, podrá ser necesario el uso de antiinflamatorios. En algunos casos, también puede ser necesario el aspirado para disminuir la tensión en la bursa. En casos que  la evolución no sea favorable, podrá realizarse una infiltración de corticoesteroides. La última opción de tratamiento es la bursectomía (extirpación de la bursa). Sin embargo no es común tener que llegar a estos procedimientos ya que la mayoría de casos suelen evolucionar favorablemente con el tratamiento conservador.

Desde Raquel Galindo Fisioterapia, fisioterapeutas en Valencia, sabemos de la importante de una adecuada historia clínica para poder realizar un adecuado tratamiento. Si tras leer esta entrada quieres realizarnos una consulta ponte en contacto con nosotros, estaremos encantados de poder ayudarte.