Estuvimos comentando la semana pasada algunas de las patologías más comunes en el dolor de rodilla. Hoy vamos a centrarnos en una de ella, la tendinopatía rotuliana o rodilla de saltador. Su tratamiento es fundamentalmente activo, por lo que en Raquel Galindo Fisioterapia, especialistas en ejercicio terapeutico en Valencia vamos a explicaros qué es, cómo se diagnostica y cómo se trata.

La tendinopatía es generalmente una lesión por sobrecarga. El tendón es la estructura que une el músculo con el hueso, y su función principal es transmitir las fuerzas del músculo para conseguir el movimiento de la articulación. En comparación a otros tejidos, el tendón tiene una menor cantidad de células y un menor aporte sanguíneo, aspectos que explican porque ante un aumento en el estrés mecánico de la rodilla, suele ser una de las primeras zonas en “fallar”.

El término tendinitis se cambió por el de tendinopatía puesto que en algunos casos sí que existe un proceso inflamatorio claro (el -itis de tendinitis) mientras que en otros no está tan claro que está ocurriendo en los tejidos, por lo que utilizamos la palabra tendinopatía por se más global.

Podemos dividir la tendinopatía en tres periodos:

• Tendinopatía reactiva: ocurre tras una sobrecarga aguda o un trauma directo. Puede conllevar un proceso inflamatorio o no, pero sí que hay un engrosamiento en el tendón como mecanismo de adaptación. Es una fase reversible.
• Tendinopatía desestructurada: tendrá lugar si una tendinopatía reactiva no se soluciona y continuamos sobrecargando el tendón. El tendón intenta empezar un proceso de reparación, por lo que observamos un aumento de sus células, vasos sanguíneos y nervios.
• Tendinopatía degenerativa: cuando el proceso de reparación ha fallado. Existen cambios degenerativos importantes en el tendón, con muerte celular y productos de degradación. Esta fase puede tener lugar si el tendón es sometido a una sobrecarga constante durante mucho tiempo.

Cuanto más avanzada sea la fase, más difícil será revertir los síntomas. Por suerte, la mayoría de casos suelen estar en la primera o segunda fase, y suelen evolucionar favorablemente con un tratamiento adecuado.

Como siempre, el primer paso para poder realizar un tratamiento adecuado será el diagnóstico, para el cual se obtendrá la mayor parte de información durante la entrevista.

Los síntomas habituales que comenta el paciente son:

• Dolor a punta de dedo en el polo inferior de la rótula o en el propio tendón.
• El dolor aparece durante ciertas actividades como saltar, correr, bajar escaleras pero habitualmente no hay un dolor agudo en reposo.
• Es posible que después de estar un tiempo sin mover la rodilla, como por ejemplo por la mañana al despertar o durante los primeros minutos de actividad deportiva el dolor se reagudice pero que con el movimiento el dolor disminuya.
• Es muy común que los síntomas empiecen con algún cambio en la práctica deportiva, como haber aumentado la intensidad o el tiempo de entrenamiento o haber retomado el deporte tras un tiempo de descanso.

Cuando tengamos claro que estamos ante una tendinopatía rotuliana, podremos empezar el tratamiento. El primer paso será controlar la actividad que pueda estar provocando la sobrecarga del tendón, por lo que habitualmente será necesario reducir o ajustar la práctica deportiva. Además, habrá que atender a los diferentes factores extrínsecos (calzado, superficie deportiva…) e intrínsecos (como diferentes alteraciones biomecánicas) que puedan estar contribuyendo a esa sobrecarga.

Ahora, pueden aplicarse diversas técnicas con un objetivo analgésico (terapia manual, crioterapia…) pero el tratamiento se basará principalmente en un programa de ejercicios en el que se progresará paulatinamente cargando el tendón con el fin de que este sea capaz otra vez de soportar la carga mecánica a la que estaba acostumbrado.

Empezaremos con contracciones isométricas, puesto que además se ha visto que tienen un efecto analgésico muy potente en la tendinopatía. En nuestros vídeos (accede a los videos de tendinopatía rotualiana) puedes ver unos ejemplos de cómo realizar estos ejercicios. Continuaremos progresivamente evolucionando con los ejercicios a un programa de concéntricos, excéntricos, pliométricos y finalmente a trabajar con los gestos deportivos propios.

Si sufres un dolor de rodilla y crees que puede ser una tendinopatía rotuliana, en Raquel Galindo Fisioterapia somos especialistas en ejercicio terapeutico en Valencia por lo que podremos valorar tu caso y realizar un programa de ejercicios adecuado para tu caso.